Cultura / Espectáculos
Tres estrenos renuevan la cartelera este jueves
16/08/2018. Tres nuevas películas ingresan a las salas de cine de Salta. Una producción española argentina, con Guillermo Francella, una película para chicos y otra de producción estadounidense.
Mi obra maestra: el mundo del arte en la mira
Mi obra maestra (Argentina-España/2018) / Dirección: Gastón Duprat / Guión: Andrés Duprat / Fotografía: Rodrigo Pulpeiro / Música: Emilio Kauderer y Alejandro Kauderer / Edición: Anabela Lattanzio / Elenco: Guillermo Francella, Luis Brandoni / Duración: 100 minutos / Calificación: Apta para mayores de 13 años con reservas / Nuestra opinión: buena
Las miradas impiadosas y marcadas por el humor negro; las contradicciones, especulaciones e imposturas en el mercado del arte -que pueden llegar incluso al pequeño fraude o la gran estafa- no son nuevas en las carreras del guionista Andrés Duprat y de su hermano Gastón, autor y realizador, respectivamente, de Mi obra maestra.
Ambos -con Mariano Cohn como codirector- habían concretado hace ya una década El artista y algunas de esas obsesiones reaparecen en esta película bastante más ambiciosa en su propuesta. Construida como un largo flashback, la película tiene como protagonistas a Arturo Silva ( Guillermo Francella ), un marchand encantador y sofisticado, aunque bastante inescrupuloso, que tiene como cliente a Renzo Nervi ( Luis Brandoni ), artista plástico que disfrutó de alguna lejana época de gloria pero que hace una década no vende una pintura. Mientras Arturo es un galerista que se codea con millonarios coleccionistas, Renzo es un tipo huraño y resentido que vive prácticamente recluido en su decadente casa-taller y se niega a adaptarse a las exigencias de un mercado al que considera arbitrario y esnob.
Megalodón: un tiburón gigante, con grandes efectos especiales
Megalodón (The Meg, Estados Unidos-China/2018) / Dirección: Jon Turteltaub / Guión: Dean Georgaris, Jon Hoeber y Erich Hoeber, basado en la novela de Steve Alten / Elenco: Jason Statham, Li Bingbing, Rainn Wilson / Distribuidora: Warner Bros / Duración: 113 minutos / Calificación: Apta para mayores de 13 años / Nuestra opinión: buena
Las películas sobre tiburones asesinos conforman un prolífico subgénero: desde ese clásico de clásicos que es Tiburón hasta la saga de Sharknado, pasando por Alerta en lo profundo, Mar abierto o la reciente Miedo profundo.
Megalodón retoma ciertas tradiciones del subgénero, pero su apuesta en todo sentido es gigantesca: en presupuesto, en el tamaño del tiburón, en la figura protagónica (Jason Statham) y en su búsqueda de conquistar al cada vez más importante mercado chino con personajes de ese origen y varias escenas ambientadas en ese país. Statham es un experto en rescates en las profundidades ya retirado luego de una traumática operación en un submarino, que se ve forzado a volver a trabajar en el laboratorio de una plataforma científica ubicada en altamar, financiada por un multimillonario. Hay cierta tensión romántica con una mujer china y una acumulación de ataques del megalodón. El film de Jon Turteltaub tiene la espectacularidad propia de una superproducción con sofisticados efectos visuales y hasta escenas de masas, pero aun con sus buenos momentos de humor negro y con el aplomo de Statham deja una sensación agridulce. Los atractivos están, pero el resultado es menos convincente y estimulante de lo que prometía.
La pequeña traviesa: con los animales como únicos aliados
Liliane es una nena encantadora con unos padres que la adoran y un perrito que es su mejor y único amigo. Es que la nena tiene el don de hablar con los animales, un talento que siempre causa problemas y obliga a la familia a mudarse constantemente. Basada en una exitosa serie de libros infantiles alemanes, la película divierte cuando Liliane, su perro y los pocos amigos (humanos) que va ganando se proponen salvar un pequeño zoológico en el que están desapareciendo animales. Que nunca se explique el origen del don de la nena o que la villana parezca una cruza de Cruella de Ville con una cultora del sadomasoquismo -que utiliza la seducción para lograr sus oscuros propósitos- transforman lo que podría ser una entretenida aventura infantil para los más chiquitos en un film bastante menos recomendable.
Fuente de la Información: La Nación