Internacionales
La guerra fría entre EE.UU. y China sacude el mercado tecnológico
21/05/2019. La inclusión de Huawei en la lista negra de EE UU impide en la práctica a las firmas estadounidenses venderle componentes o 'software'. Trump aprueba una tregua de tres meses antes de la entrada en vigor.
El pulso económico entre las dos mayores potencias mundiales ha derivado en una gran sacudida en el negocio tecnológico global. Estados Unidos ha incluido al gigante chino de teléfonos y tabletas Huawei, que considera un peligro para la seguridad nacional, en una lista negra que, en la práctica, impide a las firmas estadounidenses venderle componentes o software. La primera gran consecuencia ha llegado con ruptura del negocio con grupos como Google o Qualcomm, lo que deja a millones de consumidores inquietos. Cuando dos elefantes se pelean, sufre la hierba que hay debajo.
Nada como Huawei encarna el desafío de China a las potencias económicas occidentales, por el voraz crecimiento que esta compañía representa y también por todos sus claroscuros. Fundada hace 30 años, la firma se ha convertido en el primer fabricante de productos tecnológicos del mundo y en el segundo mayor vendedor de teléfonos móviles, solo superado por la coreana Samsung. El año pasado ganó 59.300 millones de yuanes (unos 7.850 millones de euros), lo que supone un aumento respecto al ejercicio anterior del 25%, gracias sobre todo al empuje de la facturación, algo muy difícil de conseguir en una compañía madura. El éxito, sin embargo, no se puede abstraer del hábitat. El régimen del Partido Comunista Chino (PCCh), con su abierto apoyo a las empresas locales frente a las extranjeras, está preparando un proceso de autarquía tecnológica que ahora se puede acelerar.
El veto de Google a Huawei, sonado porque deja a los dispositivos del fabricante asiático sin actualizaciones de servicios tan importantes como los de Android (salvo su versión libre) o Gmail, trascendió el domingo en una información avanzada por Reuters. Y se han sumado otras firmas como Qualcomm, Infineon o Intel, según Bloomberg. Washington acusa a la empresa de robar tecnología, de incumplir el régimen de sanciones con Irán y, muy especialmente, de mantener unos lazos con el Gobierno chino que la convierten en un peligro para su seguridad nacional. De ahí la inclusión en la lista negra la semana pasada.
El lunes por la noche, la Administración de Donald Trump anunció una tregua de tres meses. El Departamento de Comercio de EE UU aprobó una licencia temporal para el fabricante chino hasta el 19 de agosto para que pueda mantener las redes y proporcionar actualizaciones de software a los terminales existentes. La Administración de Trump había aprobado la medida contra Huawei justo después de la última ronda de subida de aranceles, pero la batalla con la tecnológica venía de lejos y ha cristalizado con millones de consumidores que no saben muy bien qué va a pasar con los dispositivos. El desarrollo de las redes 5G, cuyo trono también se encuentra en el fondo de esta batalla, se pone en juego con la crisis de uno de sus principales jinetes.
Antes del anuncio de esa moratoria de tres meses, la firma china había salido al paso para indicar que garantizará las actualizaciones de seguridad y los servicios posventa a los móviles y tabletas ya vendidos o en almacenamiento. Además, el gigante tecnológico de Shenzhen ya venía avisando de que se preparaba para un posible corte de suministros estadounidenses y llevaba tiempo desarrollando sus propios chips y su propio sistema operativo. Una nueva señal de que la guerra comercial entre Pekín y Washington se plantea como una carrera de fondo y de resistencia, y que la rivalidad ya se ha extendido mucho más allá del mero volumen de compraventas.
Fuente de la Información: El País