Internacionales
Tenso cruce entre Francisco y obispos italianos
28/04/2020. Luego de más de dos meses de confinamiento el Papa salió al cruce de los anuncios del primer ministro Giuseppe Conte.
El cortocircuito comenzó el domingo por la noche, después de que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte , anunció que entre otras reaperturas a partir del 4 de mayo podrán volver a hacerse funerales, con un máximo de 15 personas y preferiblemente al aire libre. Pese a que se trata de una flexibilización importante, sobre todo después de que miles de familias no pudieron despedir dignamente a más de 27.000 muertos, un comunicado de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) enseguida salió a atacar duramente al gobierno, lamentando que no hubiera autorizado el regreso de las misas.
Los obispos desde hace semanas exigían silenciosamente el regreso de las celebraciones religiosas y creían haber convencido, a través de diversos representantes, a la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, ante quien habían hecho llegar sus planes y presiones. No se esperaban que el católico Conte, asesorado por un comité técnico-científico, les dijera que no. Tanto es así que, con un documento inusualmente fuerte, salieron a denunciar la "violación de la libertad de culto" , un golpe bajo para Conte.
El primer ministro, en efecto, ya se encontraba bajo presión de la ultraderecha católica que, capitaneada por el exvicepremier y ministro del Interior, Matteo Salvini, también reclama desde hace semanas un regreso de las misas. Salvini, líder de la ultraderechista Liga, incluso antes de Semana Santa había intentado rebelarse a la prohibición de funciones religiosas y demás ritos, con una protesta que finalmente no tuvo ningún éxito. Aunque también hubo presiones para la vuelta de las misas de parte de grupos católicos de centroizquierda , como la comunidad de San Egidio.
Las palabras del Papa fueron muy claras y representaron un tirón de orejas -sino una cachetada- para los obispos italianos en pie de guerra con las disposiciones de la denominada "fase 2" anunciadas por Conte. Los obispos se habrían movido impulsados por algunos sectores del Vaticano que evidentemente no están contentos con su gobierno y que no saben interpretar qué piensa el Pontífice.
En una de sus misas por streaming, hace unos días, el Papa reconoció que las misas online, que en este tiempo de curentena, se han vuelto muy comunes, no son misas. "Esta no es la Iglesia: esta es la Iglesia de una situación difícil, que el Señor permite, pero lo ideal de la Iglesia es siempre con el pueblo y con los sacramentos, siempre", señaló, quizás desorientando a algunos que quisieron ser más papistas que el Papa.
Desde que comenzó la crisis por el Covid-19, que preocupa sobremanera al exarzobispo de Buenos Aires, que creó una task-force para ayudar a combatir la pandemia, los obispos italianos se destacaron por no interpretar a la autoridad máxima de la Iglesia. A mediados de marzo, por ejemplo, decretaron el cierre de las Iglesias, medida que enfureció al Papa que, un día más tarde, les hizo dar marcha atrás. Aunque no hay misas, muchas iglesias están abiertas para quienes quieren rezar -respetando la distancia interpersonal- y para ayudar a los más necesitados.
Ahora, con el ataque frontal contra Conte, del que el Papa se desmarcó sonoramente, los obipos italianos quedaron descolocados y también mal parados ante una opinión pública enclaustrada desde hace casi dos meses y asustada por la epidemia y sus efectos.
Fuente de la Información: La Nación