Policiales
Tiene fecha el juicio por el homicidio en el motel
21/05/2019. Jessica González fue víctima de un ataque de celos de Raúl Antonio Pérez, un enamorado con quien no tuvo ninguna relación sentimental.
El femicidio de Jessica González, paralizó a la sociedad salteña, la joven estudiante y miembro activo de la iglesia evangélica Aposento Alto, liderada por su madre, murió desangrada dentro de un motel de la ciudad tras subir bajo engaños al auto de Raúl Antonio Pérez, que estaba obsesionado con ella. El 18 de septiembre comenzará el juicio en su contra.
Las audiencias estarán presididas por el juez Roberto Faustino Lezcano, quien tendrá en sus manos una investigación minuciosa a cargo del fiscal Pablo Paz. Del 18 al 25 de septiembre se buscará probar que la joven fue víctima de un homicidio agravado por mediar violencia de género.
De ese trágico día se sabe que Raúl interceptó a Jessica en la calle, posiblemente en la parada del colectivo, donde fue vista por última vez por testigos. Días previos a ese encuentro el hombre protagonizó una escena de celos dentro del templo que la joven no pudo controlar. El objetivo de ese faltar encuentro habría sido el de pedirle disculpas.
Una vez dentro del auto y por los indicios encontrados la habría atacado con un cuchillo provocándole múltiples heridas, de allí se dirigió hasta el Motel Mimo´s donde ingresaron cerca de las 20.
En la habitación continuó con el ataque hasta terminar con su vida. Transcurridas varias horas el hombre se provocó muchos cortes con la intención de suicidarse, ya con muy poco pulso fue encontrado por empleados del lugar que ante la falta de respuestas decidieron ingresar por la fuerza al lugar.
Descubrieron una escena terrible, Jessica estaba en el suelo, ensangrentada, mientras que Raúl sobre la cama, abrazando un almohadón. El lugar estaba bañado en sangre, los pisos, cama, paredes, todo parecía el montaje de una película de horror. Un policía tomó fotos del lugar y las viralizó, por ello fue separado de su cargo y es investigado por la justicia.
La investigación pudo determinar que el hombre, con antecedentes de violencia de género llegó a la iglesia en búsqueda de ayuda emocional, allí conoció a la víctima quien tenía una participación activa en el grupo de canto y se enamoró al punto de obsesionarse. Los testimonios dieron cuenta de que no existía ninguna relación entre ambos y que ella trató de darle a entender que nada sucedería pero es algo que él nunca pudo aceptar.