Salta
16 femicidios enlutan a Salta
18/08/2017. A la fecha, son 16 las mujeres que fueron asesinadas en la primera provincia que se declaró en emergencia por violencia de género. Hay un solo denominador común: la ineficiencia policial y judicial.
Ayer, y por un ocasional transeúnte que recorría el lugar, la policía logró dar con un cuerpo de una mujer que según el fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados Contra las Personas, Ramiro Ramos Osorio, correspondería a Paola Álvarez.
La mujer llevaba desaparecida más de 100 días y pese a la intervención de distintas divisiones de la policía, peritos especializados y hasta enviados de otras provincias no se la había logrado rastrear. Su paradero seguía siendo una incógnita, pero lo que sí trascendía era que las autoridades buscaban un cuerpo y no a una mujer desaparecida.
Con la sospecha oficial del Ministerio Público Fiscal, Paola Álvarez sería la 16ª mujer asesinada en Salta y el común denominador siempre es el mismo: una policía que desestimada denuncias y que sólo actúa cuando las familias lloran en los medios de comunicación.
Salta comenzó el año con el brutal asesinato de Andrea Neri en el mismísimo penal de Villa Las Rosas, luego se sorprendió con el crimen de Élida del Valle Santillán. No había terminado enero y la provincia también tuvo que contar las muertes de Carolina Saracho y Jimena Salas, cuya causa tampoco tiene avances y hasta se ofrece una recompensa por datos.
En febrero, la primera provincia que declaró la emergencia por violencia de género también lloró la muerte de Benita Isabel Sánchez y Angélica Serrano, en marzo la de Cintia Betiana Rodríguez y la de Daniela Guantay.
Como si fuera poco, el lamentable registro de las mujeres asesinadas también tiene a Gerónima Romero Bautista, Camila Rodríguez, Anabela Cruz, Marisa Subelza, Celina Primitiva Quipildor, Alejandra Párraga y Claudia Soledad Saracho.
Los 16 casos sensibilizan a cualquiera, pero si no resultara suficiente saber los nombres y apellidos debería ser el último manotazo de una sociedad que clama ¡Ni Una Menos!