Salta
“La Policía de Salta no tiene quién la defienda”
29/06/2020. Lo aseguró el Lic. Vicente Cordeyro en su columna habitual de Central Policial, por Profesional FM.
La pandemia del COVID 19, ha causado un profundo estupor en todo el mundo, ninguna comunidad de inteligencia, ningún sistema de seguridad de las grandes centrales de la tierra la vieron venir, con las características que hoy tiene, Bill Gates en el año 2015 en un video de YouTube predecía una catástrofe de tal naturaleza e incluso a fines del año 2019 se realizó un ejercicio en New York, con predicciones de este virus que nos tiene confinados. Pero casi nadie lo tuvo en cuenta.
No obstante los países descubrieron que los sistemas de salud son esenciales y que aquellos Gobernantes que no vislumbraron su alcance, sufren sus consecuencias en forma más profunda, hablamos específicamente de Estados Unidos y Brasil, la República Argentina y la provincia de Salta, tomaron medidas de prevención anticipatorias que permitieron que la incidencia no fuera tan negativa, no obstante se vio en la necesidad de generar un estado Policía, es decir que cada habitante de la nación estuviera bajo la lupa de las fuerzas de Seguridad de las Policías Federales y de las provinciales o de otros órganos con poder de Policía que tiene la República Argentina. Podemos decir que los gobernantes del mundo decidieron vivir en un estado Policía. Decisiones impensadas teniendo en cuenta la corriente ideológica de nuestro actual presidente de la Nación.
En estos días pude leer en distintos medios de comunicación en Salta y escuchar a diversos medios radiales y televisivos, por supuesto escucho y leo la 89.9, Profesional; en ellos el lugar común desde que comenzó la pandemia fue: “la policía de Salta es represora, con sus controles en los diferentes puntos (de los taxistas, de los vendedores ambulantes) es inoperante, insubordinada, vive en connivencia con los delincuentes, no controla, tiene demasiadas atribuciones represivas, es de gatillo fácil” y un sinnúmero de críticas, críticas a la Jefe de Policía, al sistema de emergencias 911, etcétera. O el ya clásico, estudiá, no seas Policía.
Pero desde que el 15 de marzo del corriente año aproximadamente nuestras vidas cambiaron para siempre, HAY UN ASPECTO QUE NADIE TUVO EN CUENTA, muy lejos de hacer apología de los delitos que se pudieran haber cometido, yo también critico nuestro sistema Policial cuando no da respuestas adecuadas, cuando un Policía se corrompe o no cumple adecuadamente con su deber, pero, también debo decir que:
El Comité de Emergencias tiene como principal actor a la Policía, a las fuerzas de seguridad y al ejército, en ese orden, se critica la inacción en causas de violencia familiar y se crean Secretarías, subsecretarías, para atender la problemática, organizaciones no gubernamentales, pero el control, el monitoreo de los violentos mediante pulseras, la prevención y represión, las consignas están a cargo de la institución, las 24 horas del día, no de Lunes a Viernes de 8 a 12 y sin pandemia, la Cámara de Diputados y Senadores dejaron de sesionar en forma normal desde Octubre del año pasado porque el año 2019 fue un año electoral, solamente alterada por la designación de nuevos jueces en la corte; y el Poder Judicial tuvo un largo período de no atención.
El otro gran flagelo que es la accidentología vial tiene a la Municipalidad de Salta, preocupada por quién cobra las multas, cuando en realidad debería estar preocupada por disminuir la siniestralidad y educar a sus empleados y a los ciudadanos en el respeto al tránsito vehicular, al peatón, a las normas. Sin embargo, se sabe de la capacidad de la Policía vial en este sentido.
El Gobernador de la provincia, en la Asamblea legislativa del 1 de Abril, habló de nuestras profundas carencias en pobreza, desnutrición, educación, salud que no le permiten desarrollar Políticas Públicas integrales que puedan solucionar los grandes problemas que tiene la provincia, con lo cual nos damos cuenta que hay muchos actores que están ausentes desde hace muchos años en la provincia y se vio en la necesidad de otorgar facultades extraordinarias incluso de juzgamiento, a la policía, que fueron muy criticadas, pero las cámaras desde donde pudo emanar una ley, o desde el poder judicial para esta ocasión, tampoco estuvieron presentes ni se manifestaron al respecto.
No dudo en manifestar que no existe una institución más subordinada en la provincia a los tres poderes del estado, que deberían ser independientes, que la Policía.
Resultando los funcionarios policiales los primeros citados a dar explicaciones a las cámaras y al poder Judicial, pero que ellos mismos no pudieron resolver sus métodos para funcionar, por no tener un sistema adecuado para esta contingencia, incluso en las causas más complejas, en todos los casos, en que los medios de comunicación y la comunidad se manifestaron contra la Policía hubo una decisión del poder Judicial, que tuvo que intervenir necesariamente. Pero “por acción u omisión marche preso el Policía, parece ser la consigna”
La investigación en las fiscalías la realiza personal Policial en actividad convocado por su idoneidad en el interior de las especialidades o desde las Brigadas de investigaciones, los policías que trabajan para las fiscalías no reciben el mismo trato que el personal uniformado o con tareas de auxiliar de Justicia, en especial en las juntas de calificaciones, no existiendo la Policía Judicial a pesar de que la constitución provincial la tiene creada desde hace muchos años.
Nuestra querida Gendarmería Nacional que debería estar blindando nuestras fronteras con helicópteros, drones, aviones, radares y que por ley fue creada para ello, despliega sus efectivos al conurbano bonaerense y las villas más conflictivas del gran Buenos Aires, porque no se confía en la Policía de la provincia de Buenos Aires, la más numerosa del país, y la Policía Federal por una cuestión ideológica se encuentra a punto de desaparecer ya que estaba siendo absorbida por la novel Policía de la Ciudad de Buenos Aires, y se echa mano a la prefectura naval Argentina que debería estar custodiando nuestros mares y océanos que están siendo depredados por navíos de diferentes países, podemos ver que la Policía de Seguridad Aeroportuaria debe realizar tareas no específicas de contralor fiscal e impositivo, cuando su tarea está en los aeropuertos controlando e impidiendo que ingresen personas sospechadas de COVID o que transporten elementos no permitidos y nuestro glorioso ejército Argentino sin el consentimiento de la Ley de Defensa nacional y sin la preparación adecuada se encuentra en Salta, custodiando la frontera sin jurisdicción ni competencia. Quedando la Policía de Salta también como centinela de la patria.
Nunca la Policía de la provincia dejó de trabajar e incluso sus integrantes sufren de un profundo cansancio, con recargos constantes, no reconocido ni por el estado ni menos por la comunidad, porque su horario laboral, el régimen de traslados y porque su sistema de licencias es el más perverso que existe en la administración pública, el sistema de capacitación Policial tiene aceitada desde el año 2015 la educación virtual, y se evalúa se monitorea en los tres institutos de capacitación, que incorpora desde el año 1981 en la escuela de oficiales y desde el año 1997 en la de suboficiales con secundario completo, egresando en ambos casos con títulos terciarios, con acuerdos con las distintas Universidades del país, especialmente con la UCASAL que creó la Licenciatura en Criminalística; cocreadora de la Policía Judicial científica, es decir el CIF, la Licenciatura en Seguridad y a partir de agosto la de Criminología, sus Jefes de carrera son Policías provinciales retirados, contando con una importante cantidad de abogados egresados de la facultad de ciencias jurídicas.
De hecho, su Asesoría letrada Policial cuenta con abogados con rango y jerarquía Policial que estudiaron, se recibieron y se perfeccionaron durante su carrera, pero que solo en casos extraordinarios ejercen la defensa en juicio de sus camaradas. El sistema de emergencias 911 puede tener fallas, pero la comunidad hoy no duda en volver a acudir y llamar al mismo y el 98% de sus respuestas son policiales a pesar de contar con un sistema multiagencial.
Nuestro sistema educativo en general sobre todo el público no estaba preparado para la contingencia y no cuenta con infraestructura para regresar, por lo cual nuestros alumnos de los cuatro niveles educativos, difícilmente puedan regresar a clases hasta fin de año, la Policía de la Provincia continua con sus clases en forma normal, existe una fiscalía de causas policiales y penitenciarias, un organismo de asuntos internos, pero no una defensoría para Policías, y en un país que en pro del respeto irrestricto de los derechos humanos, libera presos, exime de culpas a funcionarios corruptos, difícilmente podrá resurgir después de los desastres que nos dejará la tan esperada pospandemia, que un mundo tan evolucionado no pudo generar una vacuna y se encontrará con una delincuencia habida de recobrar el tiempo perdido, por lo cual la tarea será igual o más de exigente.
Los Salteños no cumplimos las normas, debemos destinar a policías para el contralor de los que no cumplen la cuarentena, con los barbijos, con las salidas, con la recreación con el aislamiento social preventivo, y esperamos que el Policía se descuide para violentar las normas que son de cumplimiento obligatorio.
En Salta no hay secuestros extorsivos, bandas organizadas, asaltos a mano armada de grupos organizados, carteles de drogas y sin ningún lugar a dudas tiene que ver con el accionar preventivo y represivo Policial. Y no hay ninguna institución del estado o civil que haya estado más expuesta. Los turistas hoy ausentes saben que vienen a una ciudad segura.
La Policía de la provincia es una institución noble, de servicio, depositaria exclusiva del uso de la fuerza pública, que nació por el año 1825 en nuestra provincia, cuenta con el 100% de jóvenes Salteños en sus filas, en un gran porcentaje desde lo más profundo de su interior, que merece un reconocimiento, pero no tiene quien la defienda.