#Editorial
Municipalidades desmanteladas y sin auditorías
16/12/2019. Ante la falta de control por parte de los organismos competentes roban bienes municipales ante la vista y paciencia de todo el pueblo. En Pichanal se llevaron 24 millones de pesos en estos últimos días y en Campo Quijano hasta la bomba de agua.
El descontrol de algunas administraciones municipales asusta, después de conocer el desastre que dejó el ex intendente de Campo Quijano, Manuel Cornejo, ahora las noticias llegan desde Pichanal, donde el nuevo intendente electo Sebastián Domínguez denuncia la extracción de decenas de millones por parte de su predecesor Julio Jalit.
En Campo Quijano se robaron las cortinas, el frigobar donde se guardaban las vacunas, las gomas de los tractores fueron cambiadas por ruedas lisas de camionetas, las bombas de agua, y otros elementos que de a poco van siendo públicas. Todo esto pasó a vista y paciencia de todos los empleados o con la colaboración de algunos de ellos, En esta fiesta del derroche y del “afane” todos participaron y eso es una muy mala noticia.
Cuando me enteré lo de Pichanal, peor todavía, ustedes saben que Julio Jalit es un histórico que manejó el municipio como una hacienda y en poco tiempo se convirtió en un potentado con camiones, fincas y otros bienes. Lo curioso es que en toda la transición nuca quiso reunirse con el nuevo intendente, pero un día antes que ingrese la nueva gestión sacó 20 millones de pesos en efectivo desde el banco.
Pero la historia no terminó ahí, al día siguiente sacó 4 millones más. Yo me pregunto, no le avisan a los bancos que cambiaron de intendentes, como pueden sacar plata de una intendencia cuando ya no sos intendente, tan solo que tengas el dinero público en cuentas particulares, cosa que no hay que descartar.
El descontrol que les permiten a los intendentes en sus administraciones es sorprendente, las auditorias están de adorno, no tenemos control, sobre todo en estos municipios que creen que nunca van a perder una elecciones. Las irregularidades en Campo Quijano se denunciaron cuando sabían que iba a perder las elecciones, los organismos de control están como cenicero de moto, al vicio. Ojalá todo esto pueda cambiar porque finalmente termina siendo el pueblo quien paga lo que se roban.