Salta
La precarización laboral y la desocupación los llevó a vivir en las calles
23/06/2022. Es lo que se desprende de los testimonios recogidos por Profesional FM de personas que asisten al refugio de la provincia. Hay albañiles, empleadas, electricistas, entre otros oficios.
Trabajadores de oficios, empleadas, que con simples changas perdieron sus alquileres o casas, y ahora viven en las calles. Es lo que se desprende de los testimonios recogidos por Profesional FM en el refugio de la Provincia, ubicado en avenida Entre Ríos 1075.
Se trata de personas que asisten al dispositivo para recibir ayuda, comer algo caliente, darse una ducha y pasar el frío durante la temporada invernal. Entre los relatos, se desprende el caso de un joven que trabaja como albañil, y que a pesar de sus escasos recursos llega al refugio con algo para compartir entre sus pares.
“Vienen de todos lados la gente, nos atienden muy bien. Algunos son malabaristas, artesanos, electricistas. Anoche comí guiso de fideos, con pollo, estaba delicioso”, contó el joven.
EDICION 04
Otro caso de trabajo precarizado, es de una salteña de 26 años, que ante la informalidad tuvo problemas con el alquiler, y quedó en la calle. La joven contó que a pesar de atravesar en esta situación continúa trabajando y capacitándose.
“Me siento bien, es cómodo y calentito. Ayer llegue tarde, porque salí de un curso, pero me recibieron igual. Hace poco estoy en situación de calle, posibilidades de trabajo hay poco, se consigue pero te pagan $700 por estar muchas horas. No nos quedamos sentados esperando, pero si te pagan eso no es motivación”, manifestó.
Por su parte, la enfermera a cargo del Refugio, Gabriela Koss reiteró que el sector de hombre se encuentra colmado, debido a que asisten alrededor de 18 masculinos por día, mientras que las mujeres son un estimado de tres o cuatro.
En diálogo con Profesional FM, la enfermera resaltó que desde que se inicia la temporada de invierno, la mayoría de las personas que asisten son las mismas que años anteriores.
Asimismo, recordó que las personas que ingresan reciben asistencia sanitaria, pueden tomar una ducha, cenar, pasar la noche y desayunar, para después volver a las calles.