Crimen de Fernando
Asistencia espiritual y lectura, la nueva vida de los rugbiers dentro del penal
07/02/2020. Pasan sus días todos juntos, en un sector de la alcaidía destinado a internos que profesan el culto evangelista.
Desde que están en la cárcel de Dolores, los diez jóvenes acusados de haber participado en el homicidio de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero pasado en Villa Gesell, tienen en total una hora para hablar por teléfono por día. En promedio, seis minutos para cada uno.
Los acusados del homicidio están alojados en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) desde el 29 de enero. Antes habían estado detenidos en la comisaría de Pinamar. Pasan sus días todos juntos, en un sector de la alcaidía, entre los pabellones nueve y diez, destinados a internos que profesan el culto evangelista.
Luciano, Lucas y Ciro Pertossi, Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Alejo Milanesi, Juan Pedro Guarino, Enzo Comelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, todos de entre 18 y 20 años, recibieron esta tarde la visita de sus familiares. La fiscal Verónica Zamboni trabaja en el pedido de procesamiento de los imputados. Podría tenerlo listo en las próximas horas.
"Con el paso de los días han sentido el pesar de estar privados de la libertad", explicó una calificada fuente que está al tanto del estado de ánimo de los diez rugbiers acusados del brutal homicidio.
Los informantes afirmaron que algunos de ellos pidieron asistencia psicológica. También solicitaron libros en la biblioteca. Reciben el apoyo espiritual de un pastor evangélico.
Su celda es requisada cada día por personal penitenciario especializado en busca de objetos prohibidos a los reclusos.
"El personal penitenciario no ha detectado ninguna discusión entre ellos. Tampoco han recibido amenazas de otros internos del penal", afirmaron las fuentes consultadas.
A la mañana, poco después de que se despiertan, se les realiza un "reconocimiento médico", como sucede con todos los detenidos en el sistema de alcaidías.
Fuente de la Información: La Nación