Argentina
El Gobierno seduce a Lavagna
05/09/2020. Es para lograr que sus diputados faciliten la aprobación de la Reforma Judicial y el Impuesto a la Riqueza. En Olivos diseñan una propuesta política destinada a lograr que la bancada de Consenso Federal y aliados no traben el debate.
Alberto Fernández y Roberto Lavagna tienen sintonía perfecta: el Presidente fue generoso con los cargos públicos que cedió al ex ministro de Economía, siempre dialogan en secreto sobre la coyuntura y ahora buscan una agenda común que permita al Gobierno destrabar la Reforma Judicial y el Impuesto a la Riqueza en la Cámara de Diputados.
El Senado aprobó la Reforma Judicial con la inclusión de centenares de nuevos cargos que autorizó Cristina Kirchner como titular de la Cámara alta. Y cada puesto judicial respondió a un pedido de un gobernador, intendente o legislador peronista. No hubo lógica institucional, sólo se privilegiaron las relaciones de poder adentro del Frente de Todos.
Alberto Fernández considera que la Reforma Judicial es su legado y CFK piensa que es un probable instrumento jurídico para licuar el poder de actuación de Comodoro Py. La iniciativa oficial ya está en la Cámara baja, pero sin los votos de Lavagna y sus aliados políticos es poco probable que sea sancionada en 2020.
El ex ministro de Economía y silencioso socio político del Frente de Todos logró colocar dos directores en el Banco Central, al vicepresidente del Banco Nación, al titular del INDEC –su hijo Marco– y al embajador argentino en Portugal, Rodolfo Gil. Lavagna, por afuera formalmente del Frente de Todos, tiene más cargos que los aliados más pequeños de la coalición de gobierno.
En la Cámara baja, Alejandro “Topo” Rodríguez, Graciela Camaño y Jorge Sarghini representan la estrategia partidaria de Lavagna. Son diputados con muchísima experiencia política, y cada uno de ellos tiene su propio juego de poder. Estuvieron con Eduardo Duhalde y Sergio Massa, y ahora coordinan posiciones con el ex ministro de Economía de Néstor Kirchner.
Camaño está casada con Luis Barrionuevo, un sindicalista poderoso del gremio gastronómico. Los hoteles y los restaurantes fueron devastados por el COVID-19, y Alberto Fernández salió en su rescate.
El 28 de agosto –por citar un caso–, la Obra Social de Gastronómicos recibió casi 10 millones de pesos en concepto de reintegros. Y en el último trimestre, acorde a la información oficial, sumó cerca de 500 millones de pesos más para compensar la caída de la recaudación en los aportes laborales.
Camaño integra el Consejo de la Magistratura y su voto sirvió para que los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi quedaran a merced de la mayoría kirchnerista en la Cámara de Senadores. Si la diputada de Lavagna se hubiera opuesto a la maniobra oficialista en el Consejo de la Magistratura, Bruglia y Bertuzzi podrían haber soportado el embate del Gobierno para ocupar la Cámara Federal porteña.
La decisión de Lavagna de continuar apoyando al Frente de Todos y mantener sus propios espacios de poder en el Banco Central, el Banco Nación, el INDEC y la embajada en Portugal facilita la hoja de ruta que diseña Alberto Fernández para contener a su principal aliado en la oposición.
El Presidente conversa a solas con Lavagna y conoce de sus ambiciones políticas. El año que viene hay elecciones de medio término, y Lavagna pretende engrosar su mini bloque de tres diputados. Alberto Fernández busca apalancar sus propios espacios de poder, y se siente muy cómodo con “Topo” Rodríguez o Camaño, que tienen una mirada conciliatoria de la política en épocas de pandemia.
Fuente de la Información: Infobae