Salud
Alzheimer: concientizan sobre los cuidados al enfermo y su entorno
26/09/2019. Se trata de una enfermedad que provoca el deterioro no sólo del paciente sino del entorno que lo rodea, ya sea su familia o sus cuidadores, que también deben estar contenidos y rotar con otros para no provocar agotamiento.
Cada 21 de setiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer. Esta fecha fue elegida por la OMS y la Federación Internacional de Alzheimer como un acto de solidaridad hacia las personas que padecen esta enfermedad y sus familias. Con esta acción se busca no sólo expandir un mensaje de prevención sino también brindar apoyo, crear conciencia y promover la continua investigación de esta enfermedad.
En Momentos de Bienestar, por Profesional FM, el Dr. Gustavo Herrera, habló de esta enfermedad y dijo que los primeros signos de la enfermedad pueden aparecer cuando la persona se olvida de eventos recientes o conversaciones. A medida que la enfermedad avanza, el enfermo puede desarrollar un deterioro grave de la memoria y perderá la capacidad de realizar tareas cotidianas.
La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales.
“Pierden lo más importante que tiene una persona que es la cognición, es decir el conocimiento que tiene sobre su persona y el mundo que lo rodea”, explicó el doctor, aunque dijo que lo más duro de esta enfermedad lo enfrenta la familia, ya que “no se puede explicar que tenés frente tuyo al cuerpo de alguien que conocés pero que a la vez no, te mira, está presente pero no puede tener ninguna acción de conocimiento”.
Por otra parte, sostuvo que es muy difícil llegar al diagnóstico ya que no hay elementos radiológicos ni clínicos precisos al respecto y aclaró que no siempre la pérdida de la memoria significa que la persona padece Alzheimer, “antes es necesario consultar al neurólogo para descartar otras enfermedades”.
Las personas afectadas por esta patología experimentan un deterioro cognitivo progresivo, que pone de manifiesto problemas de memoria, cambios en el lenguaje, disminución de la atención y del razonamiento, cambios en la conducta, humor y ánimo. Cuando esta declinación se acentúa, interfiere con las habilidades de la persona para vivir de manera independiente comprometiendo tres esferas: cognitiva, conductual y funcional.
Con el incremento de la edad aumenta el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos cognitivos. De hecho, a los 65 años el riesgo de padecerla oscila entre un 5 y 10 por ciento, mientras que para la edad de 85 años el riesgo aumenta al 50 por ciento. Por esta razón, surge la necesidad de desarrollar nuevas herramientas que permitan diagnosticar la enfermedad incluso años antes de que el problema de memoria se manifieste.
No existe un tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer o que altere el proceso de la enfermedad en el cerebro. En las etapas avanzadas de la enfermedad, las complicaciones de la pérdida grave de la función cerebral, como la deshidratación, la desnutrición o la infección, causan la muerte