Argentina
"Alquilo costillar para selfie": ingeniosos carteles de un comercio ante el aumento de la carne
27/05/2021. Los recursos del dueño del comercio para sobrellevar la inflación y las penurias económicas con humor.
En época de vacas flacas, los argentinos se ven obligados a cambiar sus hábitos de consumo. Y no queda más que el humor popular para sobrellevar los tiempos duros, ante una inflación que no afloja. A puro ingenio, una carnicería de Neuquén intenta hacer su aporte para que a los vecinos --al menos-- se les dibuje una sonrisa.
"Alquilo costillar para selfie" y "Comer carne no es un pecado, es un milagro", son algunos de los hits de marketing del Autoservicio Alto Valle, el local ubicado en la esquina de las calles San Martín y Bejarano, a cuadras de la Terminal de Ómnibus.
Es la música que acompaña una realidad apabullante para los argentinos: pobreza, suba de precios, poca oferta de cortes y un consumo de carne por habitante que anda por el subsuelo.
En ese contexto, que por lo menos haya humor. "La idea es sacarle una sonrisa a la gente", explicó Franco Kette, encargado de la carnicería.
El punto de partida para el recurso de la broma ante la actualidad fue en la previa de Pascuas. "Alto Valle: Coman carne en Semana Santa que ya no es un pecado, es un ¡milagro!", escribió Kette en la clásica pizarra del local.
"Alquilo costillar para selfie", el mensaje de una carnicería de Neuquén.
El carnicero explicó que cambia las inscripciones cada dos meses. Porque el público y el chiste se renuevan, pero el problema persiste y hasta se agrava.
"Con la compra de un kilo o más de carne te regalamos una selfie con el carnicero que vos quieras", es otra de las "gangas" del autoservicio, cuyo ingenio llegó a las redes sociales.
El autoservicio de Neuquén que arranca carcajadas con sus carteles en Neuquén. Foto Google Maps
Entre las elegidas del público, sin embargo, otra frase rankea muy alto: "Alquilo costillar para selfie. Una persona, $200 o hasta 6 amigos, $600".
Contexto sin gracia
Todo chiste tiene un fondo de realidad. En este caso es el duro presente económico de la Argentina, con casi 20 millones de habitantes por debajo de la línea de pobreza.
Los carteles que hablan del "milagro" de poder comer un asado.
En 2020, la carne picó en punta entre los alimentos con mayor suba en sus precios: ese año registró un incremento del 75%. Y la tendencia continuó en 2021.
Así, el asado de falda, vacío, entraña o lomo --para los paladares más exigentes y los bolsillos más pudientes-- es una escena tan tradicional como esquiva en las mesas de las familias neuquinas y argentinas, en general.
De acuerdo a sondeos, el consumo de carne cayó a 41 kilos por año por habitante, uno de sus mínimos históricos. Una realidad económica apremiante que se corona con el reciente cepo a la exportación de cortes.
Fuente de la Información: Clarín