Crónica
¿Cómo fue el imprevisto “Plan Recoleta”?
28/08/2022. La manifestación kirchnerista que terminó en guerra campal con la policía de la ciudad en inmediaciones de la casa de Cristina Fernández, en Recoleta.
El plan original estaba planteado de antemano entre los militantes kirchneristas de todo el país. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la idea principal era realizar una manifestación pacífica mostrando el apoyo a Cristina y el repudio al alegato que presentó el fiscal Diego Luciani el pasado lunes por la causa “vialidad”, en donde solicita 12 años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos. La cita era para el sábado en Parque Lezama, en el barrio de San Telmo, al sur de la ciudad.
Pero todo el plan inicial se canceló repentinamente tras la noticia de que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, dispusiera un intenso operativo de limpieza en la zona de Recoleta, barrio en el que reside la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Entre los 20 barrenderos, hidro lavadoras y un camión recolector, también se instaló un vallado perimetral. Esto fue, principalmente, lo que encendió la furia de los manifestantes K, lo tomaron como una provocación.
Es así, que el plan original de repente mutó en una acción improvisada en la que los militantes K, fueron a protestar contra este vallado y a “proteger” a Cristina. A las 14hs. ya había algunas agrupaciones kirchneristas lindando la plaza de Recoleta, y durante el transcurso de la tarde llegarían miles convocados más, entre ellos el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, entre otros funcionarios oficialistas.
Para las 18hs. la tensión comenzó a ser más acentuada, algunos grupos kirchneristas forcejeaban las barreras de contención de la Policía de la Ciudad y los cordones de seguridad, que marcaban distancia entre los manifestantes y los oficiales, se disolvieron ante el agolpamiento de gente. Cayó el vallado y la policía comenzó a actuar intentando alejar y dispersar a la multitud. Al verse superados, comenzaron a funcionar los camiones hidrantes arrojando chorros de agua a los manifestantes, mientras éstos arrojaban piedras, escombros y demás elementos contundentes sobre los uniformados.
El barrio porteño de Recoleta se había convertido en un verdadero campo de batalla. Cascotes de escombro, puños, empujones, vidrios rotos, gas pimienta, bombas de estruendo, entre otras cosas, fueron el idioma que hablaron durante poco más de una hora, militantes y policías.
Hubo negociaciones para evitar el caos y concretar cordones de seguridad y vías de circulación, sin embargo, el resultado estuvo a la vista. Se vio a manifestantes mojados, afectados por el gas pimienta y heridos; como también en el otro bando, la Policía de la Ciudad notificó oficiales heridos con cascotes de escombros y patrullas dañadas.
Minutos después de las 19hs., lo peor ya había pasado y se comenzaron a calmar las aguas. El gentío logró atravesar el operativo de seguridad y llegó a la puerta de la casa de Cristina Fernández de Kirchner. Dos cordones policiales se mantuvieron cerca para calmar a una minoría que todavía seguía enardecida. Encargados de seguridad y justicia de Nación y Ciudad mantuvieron una reunión para establecer mínimas pautas a respetar en la multitud de Recoleta. Así, a las 21hs. la Policía de la Ciudad se retiró y dejó la atención puesta en las palabras de Cristina que seguirían a continuación.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta dio un anuncio en el que responsabilizó al oficialismo de las escenas de violencia. Además, justificó el operativo de control y limpieza diciendo que este se dispuso “tras 5 días de acampe, cortes de calles, intentos de hacer fuego, pirotecnia a cualquier hora que estallaban a la altura de los balcones y permanentes situaciones de conflicto que generó grandes inconvenientes para todos los vecinos de la zona y derivó en un notable deterioro del espacio público. Los trabajos se planificaron el fin de semana para que hubiese menos gente y evitar conflictos que inciten a la violencia”.
“Las manifestaciones fueron pacíficas hasta que un grupo de violentos tiraron las vallas y comenzaron a agredir al personal policial. Lo más grave es que todo esto se dio ante la presencia de muchos dirigentes políticos oficialistas, a quienes les pedimos responsabilidad para pacificar la situación” agregaron fuentes oficiales.
Mientras tanto, en un escenario improvisado a las afueras de su casa, en Recoleta, Cristina Kirchner contestaba: "la violencia fue provocada por lo que yo llamó odio hacia la alegría y el amor peronista". Y también argumentó: “soy ciudadana de la Ciudad de Buenos Aires y pago mis impuestos al igual que todos los demás que están acá". Para finalizar, agradeció a todos “los que me cuidan la espalda, en este día” y cerró diciendo “vayan a descansar un poco que ha sido un largo día”.