Ola de remarcaciones
Supermercados advierten a proveedores que ya no soportan las subas
14/12/2023. Tras el salto devaluatorio, las grandes cadenas buscan poner un freno a los aumentos de las empresas de consumo masivo. Lo mismo solicitan los kiosqueros y almaceneros.
Noviembre terminó con un índice de precios al consumidor de 12,8%. Diciembre, en tanto, mostrará una sensible diferencia tras la devaluación: las consultoras estiman una inflación cercana al 30%. A su vez, el presidente electo, Javier Milei, reconoció que en el verano podría alcanzar el 40%. En ese contexto, los fabricantes de alimentos y artículos de limpieza e higiene pujan constantemente por instalar remarcaciones en góndolas, pero los supermercados advirtieron que tales aumentos ya no podrán ser recibidos. Hay tensión entre las grandes cadenas y los proveedores en medio de la liberación de precios.
Luego del salto del tipo de cambio oficial que anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, a $800, las grandes empresas, que ya venían reactualizando las listas de precios argumentando atrasos en por los acuerdos regulatorios, se hicieron eco de la devaluación y nuevamente enviaron listas con subas exorbitantes. Durante la semana pasada, los incrementos oscilaron entre el 30% y el 40%, pero esta vez, algunos ítems fueron más allá.
Un proveedor informó a este diario que el miércoles vendió aceite 112% más caro que el martes. Harina, casi 30% más. “Es que ya no funcionan más los acuerdos de precios, no hay ningún tipo de regulación. Subirán hasta que baje la demanda”, se sincera un referente del sector lácteo.
En ese sentido, los supermercados aseguran que las subas que la industria “pretende imponer” ya no pueden ser absorbidos “por la mayoría de los consumidores” pese a que se realicen “máximos esfuerzos” para sostener “precios razonables”. “Las cadenas, durante los últimos años, han cedido en favor de la industria márgenes de rentabilidad, plazos de pago, condiciones comerciales (descuentos por volumen y otros) a fin de tener garantizado el abastecimiento que, por otro lado, siempre estuvo por debajo de la demanda”, concluyen desde el sector.
Sin embargo, los reclamos no provienen únicamente de los grandes centros, también de los almacenes y kioscos. Desde el otro lado argumentan que, para los proveedores, “la incertidumbre es total también”.
Por su parte, el kilo de carne cada vez queda más lejos de la canasta básica. Frigoríficos santafesinos anticiparon que podrá llegar a $8.000 el kilo, mientras que en CABA se evalúa una suba que alcance los $10.000 y $12.000. El mercado de Cañuelas ofreció precios casi un 50% arriba que el martes pasado, alcanzando hasta $1900 por kilo. Para Eduardo Buzzi, ex titular de la Federación Agraria, los efectos de la sequía aún se sienten y la pérdida de un millón y medio de terneros durante el verano anterior mantiene la oferta reducida.
El kiosquero Claudio Páez resume una semana fatídica de esta forma: “El lunes al mediodía, post asunción, llegaron aumentos de 15% primero y después de 25%. Ya el martes nos levantamos con subas del 60% en fideos, 40% en chicles y 50% en chocolates. El miércoles llegaron subas en cervezas y productos importados como encendedores al 100%, preservativos al 60% y pastillas y galletas al 50%”. “Ayer cambiamos 14 listas y aún me faltaron dos. Empezó el caos”, alerta.
Fuente de la Información: Ambito