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Se reencontrará con su hermano tras casi 70 años
17/08/2018. Le dijo "Hasta pronto" a su hermano y recién lo vuelve a ver 68 años después. Cuando se separaron uno tenía 13 y el otro, 9. (Clarín)
Kim tiene 81 ahora y forma parte del grupo de surcoreanos sorteados para ir a la estación norcoreana del monte Kumgang y reunirse con sus familiares tras la separación provocada por la guerra.
Millones de coreanos fueron desplazados durante el conflicto que duró entre 1950 y 1953 y produjo la división en la península.
Desde entonces las comunicaciones civiles entre Norte y Sur -zonas técnicamente en guerra- están prohibidas.
Desde 2000 ambos gobiernos han organizado 20 series de reuniones familiares. Pero ya pasaron 65 años del armisticio que suspendió la guerra y a los sobrevivientes les queda poco tiempo.
Unos 130.000 surcoreanos se postularon para volver a juntarse con sus parientes. La inmensa mayoría ya murió y el resto tiene más de 80 años. El mayor cumplió 101.
Los casos de familiares muy cercanos que permanecen separados, como Kim y su hermano, son cada vez más raros.
Algunos de los sorteados para la reunión de este año (que es la primera en los últimos 3 años) desistieron al saber que su padre, su madre, su hermano o hermana del otro lado de la frontera ya habían muerto y sólo quedaban familiares lejanos a quienes jamás vieron.
─Me puso muy feliz saber que mi hermano sigue vivo ─dice Kim.
El padre decidió escapar hacia el sur a fines de 1950 con sus 4 hijos mayores, apenas surgieron rumores sobre la inminente llegada de tropas norcoreanas a su pueblo ubicado en Myongchon, en el extremo norte.
─Pensamos que nos íbamos por 3 días, a lo sumo una semana. Por eso las mujeres y los niños más pequeños se quedaron para cuidar la casa ─cuenta.
No se llevaron casi nada. Ni una foto de familia.
Recorrieron centenares de kilómetros, en pleno invierno. Fue un éxodo de varias semanas acompañando el repliegue de las fuerzas de Naciones Unidas dirigidas por Estados Unidos.
Al final se hallaron entre los 100.000 refugiados de Hungnam, en una de las mayores operaciones militares norteamericanas de evacuación de civiles de la historia, que además permitió que escaparan los padres del actual presidente surcoreano Moon Jae-in.
Los refugiados rehicieron sus vidas en la Corea del Sur. Kim, por ejemplo, enseñó medicina. Pero su padre, sus hermanos y hermanas ya fallecidos siempre evitaron hablar de quienes se quedaron en el Norte.
Fuente de la Información: Clarín