Policiales
Utilizaba ocho nombres, robaba a remiseros y ahora irá a la cárcel
13/05/2021. La joven fue condenada en un juicio abreviado llevado a cabo en la Sala IV y se ordenó que permanezca alojada en la Unidad Carcelaria 4.
La jueza Norma Beatriz Vera condenó en juicio abreviado a una joven de 21 años por el robo de dos remiseros a la pena de un año de prisión efectiva. También, se ordenó que la condenada continué recibiendo asistencia psicoterapéutica en el penal, por la adicción que dice padecer.
La mujer se hacía llamar Constantina Paissanidis Palma pero cambió de nombre por lo menos unas ocho veces. El primer hecho ocurrió el 29 de mayo del año pasado, a las 4.30 cuando la acusada abordó un auto de alquiler junto a un sujeto y le solicitaron al chofer que los llevara hasta Chile y Paraguay. En el trayecto le pidieron que ingresara al pasaje Los Infernales, pero el remisero se negó. En ese momento, la mujer se tornó violenta y, en un descuido, le sacó la llave de encendido del rodado y salió corriendo.
El conductor la persiguió, pero de pronto salieron otros dos hombres y una mujer y se interpusieron en su camino. Le arrojaron objetos contundentes y lo golpearon en la nuca. Cuando cayó al piso, le sustrajeron el celular, documentación personal, carnet de conducir, DNI, tarjetas y el dinero de la recaudación. Del auto le robaron dos parlantes y la documentación del vehículo.
En base a la descripción que el remisero aportó de la pasajera (contextura delgada, tez blanca, cabello largo ondulado de color rojizo, de tonada porteña) y a entrevistas realizadas a personas que suelen deambular por la zona del Bajo, se logró identificar a la imputada.
El otro hecho fue denunciado por otro remisero, en diciembre del año pasado. El damnificado refirió que circulaba por calle Zabala y al llegar a Lerma una mujer le hizo señas para abordar el remís. Le pidió que la llevara hasta calle Jujuy. Antes de llegar, le arrebató un pendrive y dinero en efectivo y salió del auto. El denunciante bajó para seguirla, pero la mujer se resguardó detrás de tres sujetos, uno de ellos de contextura robusta. Estos le dijeron: "Andate de acá o te hacemos mierda el auto”.