Política
Desde la izquierda insisten en romper el acuerdo con el FMI y no pagar la deuda
04/08/2023. Violeta Gil y Julio Quintana, precandidatos a diputados nacionales, expresaron por Profesional FM que la deuda es “ilegítima” y el único riesgo en caso de no pagarla es declarar un default.
Los precandidatos a diputados nacionales de Política Obrera, Violeta Gil y Julio Quintana, en primer y segundo término respectivamente, visitaron Mirada Profesional, el programa televisivo de Profesional FM, donde explicaron las propuestas que tienen para llegar al Congreso y mejorar la situación del país.
Violeta Gil insistió en que la deuda con el Fondo Monetario Internacional “corresponde a un verdadero fraude” porque fue pagada durante años y los trabajadores no ven los beneficios reflejados en su calidad de vida, a diferencia de cuando un ciudadano se endeuda para comprar un bien o un servicio, ya que obtiene lo que necesita.
Por lo tanto, explicó que sirvió para seguir financiando la especulación de los grandes grupos económicos que pudieron cosechar “extraordinarios recursos” a costa del sacrificio de los trabajadores, que no deben hacerse cargo y resignar su calidad de vida para pagar algo “ilegítimo”.
En ese sentido dijo que es necesario “desconocer” la deuda para defender las jubilaciones y un salario que sea equitativo al costo de la Canasta Familiar, que hoy ronda los 350 mil pesos.
Por su parte, Julio Quintana explicó que “hay un solo peligro” en caso de no abonar los millones de dólares, que sería declarar un default, algo que llevarían adelante el resto de los candidatos en caso de llegar al poder, ya que declararlo es reconocer la incapacidad fiscal para lograr los acuerdos.
Quintana detalló que los últimos créditos fueron tomados para realizar “refinanciaciones de refinanciaciones” porque en realidad la deuda original ya fue pagada “con el sudor y sangre del pueblo” y un no pago es necesario para reorganizar la clase trabajadora como ya pasó en 2001.
Por lo tanto, las estadísticas marcan “un nivel de morosidad” generalizado en donde los trabajadores no pueden pagar su deuda y no la pagan porque eligen un plato de comida en el marco de un proceso inflacionario antes que abonar las tasas de interés, por lo que deben ser “repudiadas” y más cuando no fue beneficiosa para uno mismo.