Bullying, anorexia y depresión
El joven que promueve la ropa sin género contó que fue torturado en un colegio de Salta
02/05/2022. En el Día internacional de la lucha contra el Bullying y el Acoso Escolar, te mostramos la historia del joven Martín Pérez de Arriortua quien decidió contar su experiencia en la provincia.
Martín Pérez de Arriortua, es un joven que se hizo viral porque la periodista que promueve la libertad, Viviana Canosa, se burló de que él fomente la vestimenta sin género y le sugirió que no salga así a la calle.
Tiene 31 años, es licenciado en Diseño de Indumentaria y Textil y asesor de imagen. Cuenta con más de 13 mil seguidores en su cuenta de instragram @marttcheittn , en el que comparte sus tips de moda sin reglas. Hasta el día de hoy, no faltan los mensajes discriminatorios e hirientes.
Este lunes 2 de mayo se celebra el Día Internacional contra el Bullying o Acoso Escolar, instituido en 2013 por asociaciones de padres y organizaciones no gubernamentales para concientizar sobre el acoso y promover métodos para evitar la violencia en centros escolares y protocolos de acción ante esos casos.
Este día, en Profesional FM mostraremos la historia de vida que decidió contar Martín después de haber sido tan consultado por su infancia e invitamos a reflexionar sobre el tema para construir una sociedad desde el amor. Tras hacerse viral su caso, recibió algunos pedidos de perdón de personas que cruzaron su camino y no pudieron ayudarlo por diferentes razones.
Infancia
Martín nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y allí vivió hasta los 12 años. Recuerda tener 3 años, entrar a una juguetería con su madrina y disparar hacía la sección rosada donde estaban expuestas las deseadas Barbies. Juguete ícono de los años 90.
Sin embargo, se las sacaban de las manos con cara de espanto y le ponían, en cambio, una pelota. A pesar de que él gesticulaba diciendo que no quería, no se salía con las suyas.
Así, es que creció “sabiendo” que un hombre que tenía actitudes femeninas significaba ser un pecador, estar enfermo y por lo tanto necesitaba tener un tratamiento médico.
Cuando llegó la escolarización, desde el colegio privado religioso y la comunidad de padres, se comunicaban con su familia para advertir de "la enfermedad del nene" porque lo veían jugar con las barbies de sus compañeras; y pretendían que “actúen al respecto” y fue obligado a realizar terapia.
La psicóloga que tenía era religiosa y cuando él le contó que quería tener una familia e hijos, ella le dijo que para cumplir su sueño tenía que cambiar sus conductas femeninas porque con su forma de ser no le iba a ir bien en la vida.
Sus cumpleaños no eran nada felices porque tenía algunos compañeros que naturalmente le informaban a sus padres que compren una barbie como regalo porque sabían que a él le gustaban, pero los adultos se horrorizaban.
Lo único que rescata de aquella época, es que tenía unas compañeras que le prestaban las barbies por una semana y entonces él, llegaba a su casa corriendo a encerrarse en su cuarto para que sus padres no lo vean y jugaba con ellas. Describió esos momentos como bellos, únicos, pocos y felices.
“El cura dijo que la homosexualidad es una enfermedad nueva y que los que no cambian, van a ir al infierno. Ese día quedé devastado, destruido, me sentí horrible”, recordó el joven antes de tomar su primera comunión, y aclaró que él nunca había escuchado esa palabra (homosexualidad) antes, pero sintió una conexión ya que era consciente que él tenía inclinaciones femeninas. “Sentí que yo tenía algo malo en mi”, agregó.
Adolescencia
Sin bien su historia de niño fue dura, en esta etapa le pasaría lo peor. A sus 12 años llegó a Salta Capital por razones laborales de sus padres y lamentó que en el colegio privado religioso al que asistió para realizar su secundario no lo aceptaban sus compañeros.
El cambio ya era brusco por las diferencias sociales entre CABA y la Ciudad de Salta, en cuanto a lo “cerrado”, estructuras y pensamientos; pero al llegar, se sumaría la discriminación por su forma de hablar y por su acento porteño.
“Me odiaban, me detestaban por ser porteño”, recordó y sostuvo que los primeros años estuvo solo porque lo torturaban. Luego, cuando lo conocieron, algunos si lo aceptaban pero su socialización terminaba en su ámbito familiar.
En la etapa crucial de la vida de una persona, la adolescencia, Martín dijo que se vio obligado a hacerse introvertido, tímido y tapar su esencia para pasar desapercibido.
Su razonamiento en aquel momento era que, si ya era odiado por su acento, cuando vean sus inclinaciones femeninas la iba a pasar peor.
“Tuve que ocultar mi esencia del lado femenino artístico”, señaló y por ello, optó por hacer talleres de pintura, artesanías y cuadros. Este fue su gran apoyo aquellos años.
Ir o hacer la materia educación física significaba hacer sólo fútbol, y siempre estaba al borde de quedar libre por la cantidad de inasistencias que tenía.
Martín, aclaró que faltaba a clases porque eran compartidas con estudiantes de grados más grandes y sufría mucho bullying. En esta línea, dijo que vivía siendo insultado, amenazado y que todo el tiempo le querían pegar.
“Estaba harto de las críticas destructivas porque me estaban rompiendo el alma”, manifestó.
Aquí, es cuando empezó con problemas alimenticios y padeció la depresión. En este tiempo, fue perdiendo el apetito a la comida, atravesó el trastorno de la anorexia y debió someterse a tratamientos para salvar su vida.
Los momentos en los que no quería seguir viviendo o quería terminar con su vida, sí existieron.
Su familia se dio cuenta de que estaba quedando piel y hueso por lo que lo llevó a Centros de Rehabilitación donde se gestaron las primeras semillas para sanar su espíritu y alma.
El bullying siguió presente después de descubrirse como homosexual, lo siguió recibiendo hasta por parte de sus ex parejas y todavía se lo puede ver en su instagram.
La diferencia es que hoy con más de tres décadas vividas, sufridas y en sanación, disfruta de su esencia aunque tenga un gran trabajo mental- emocional y agradece que exista un mercado laboral en Salta que valora su trabajo. Hoy, tiene herramientas para defenderse y elige hacerlo desde amor.