Salta
Tras el caso de un narco salteño condenaron a una banda familiar proveedora de droga
08/11/2021. Mediante un juicio abreviado, las personas acusadas recibieron penas de 4 a 6 años de prisión por el delito de almacenamiento de estupefacientes agravado.
Tres hermanos y la pareja de uno de ellos fueron el viernes pasado en el marco de un juicio abreviado que fue homologado por el juez federal de Garantías N°1 de Jujuy, Eduardo Hansen.
Las condenas recayeron sobre Diego Armando, Fabiana Andrea y María Elena Alvizu, quienes recibieron la pena de 6 años de prisión en calidad de coautores del delito de almacenamiento de estupefacientes agravado por el número de intervinientes.
En tanto, Fabio Iván Alba, pareja de María Elena Alvizu, fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión por el mismo delito, pero en calidad de partícipe secundario. Asimismo, se dispuso el decomiso de 1.220.000 pesos, un automóvil Fiat Cronos y un Ford Mondeo, entre otros bienes secuestrados.
La investigación surgió como una secuela de pesquisas realizadas en torno a Policarpio Flores, un recluso que fue condenado a 8 años de prisión el 24 de junio pasado por el Tribunal Oral Federal N°1 de Salta, por dirigir operaciones de tráfico de droga.
La droga era comercializada entre pequeños revendedores y la organización recaudaba importantes sumas de dinero: financiaba la adquisición de vehículos, propiedades e incluso fiestas populares, para lo cual contrataba reconocidas bandas de música.
Flores, quien lideraba esta actividad desde su celda en la Unidad Carcelaria N°3 de Orán, había realizado ciertos contactos con revendedores en Jujuy, por lo que se decidió avanzar sobre esa línea investigativa, que permitió descubrir el accionar de una organización narcofamiliar con una estructura aún mayor.
Mediante tareas de campo y de inteligencia criminal, se pudo identificar al clan Alvizu, el cual era liderado por Norma Chavarría, al menos, hasta el 4 de julio pasado, cuando falleció junto a su hijo Gustavo Alvizu en un accidente vial ocurrido en la ruta 9, entre las localidades jujeñas de Tumbaya y Volcán.
De acuerdo con la investigación, en esa ocasión Chavarría y su hijo se dirigían a La Quiaca a encontrarse con un proveedor de droga procedente de Perú, a quien le iban comprar una importante cantidad de droga, pues en el automóvil Ford Mondeo, en el que viajaban, se encontró una suma de 1.020.000 pesos.
Este fatal desenlace provocó un cambio de liderazgo en la organización: Diego Alvizu, de 34 años, se erigió como nuevo jefe. Su primera acción se centró en la recuperación del dinero que llevaba su madre, situación que generó una gran preocupación entre los descendientes.
En la pesquisa pudo saberse que, luego de ello, comandó los negocios consistentes en la obtención de droga del Estado Plurinacional de Bolivia a través de distintos proveedores, para almacenar el estupefaciente en distintos domicilios, tanto en San Pedro como en San Salvador de Jujuy.
La droga era comercializada entre pequeños revendedores (dealers), con lo cual la organización recaudaba importantes sumas de dinero: financiaba la adquisición de vehículos, propiedades e incluso fiestas populares, por ejemplo, en tiempo de carnaval, para lo cual contrataba reconocidas bandas de música.