Día Mundial del Agua
Unos 2200 millones de personas viven sin acceso al agua potable
22/03/2021. El 80% del cuerpo está compuesto por este líquido tan fundamental para la vida. Especialistas en nutrición explicaron por qué y cómo consumirlo en forma diaria.
El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para recordar la relevancia de este líquido esencial. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2200 millones de personas viven sin acceso a agua potable, según la ONU.
Y, al ser esencial, lo necesitamos también como parte de la alimentación para llevar una vida saludable, fuerte y sana. Especialistas en nutrición explicaron la importancia de su consumo y los beneficios que tiene.
“Nuestro cuerpo está formado por una gran cantidad de agua, se dice que el 80% es agua, ese agua a lo largo del día se va perdiendo. Se pierde a través del sudor, de la respiración, de la orina, heces, cuando hace mucho calor, cuando hacemos ejercicio o cuando tenemos fiebre, y por eso hay que reponerla constantemente para que nuestro cuerpo pueda cumplir todas las funciones y se pueda llevar a cabo de una manera equilibrada”, explica la nutricionista Romina Pereiro (MN 7722).
Por su parte, la nutricionista Eugenia Briz (MP 95) desarrolla: “El agua es esencial para que los riñones funcionen, ya que necesitan suficientes fluidos para purificar los residuos y transportar la orina a la vejiga. Un consumo alto de fluidos aumenta el volumen de orina que pasa a través de los riñones, lo que diluye la concentración de minerales, de manera que es más improbable que cristalicen y se formen piedras. Si los riñones no funcionan correctamente, los desechos y el exceso de fluidos pueden acumularse en el cuerpo. El agua también ayuda a disolver los minerales y nutrientes para que sean más accesibles para el cuerpo, así como a transportar los desechos fuera del cuerpo”.
Cuánto hay que tomar por día
Pereiro explica que para los adultos la medida es de entre 2 y 2,5 litros de agua, mientras que para los niños en edad escolar, un litro de agua por día, equivalente a 5 vasos. Para los ancianos es lo mismo que los adultos, entre 2 a 2,5 litros de agua por día, pero advierte que hay que prestarle mucha atención a esta etapa de la vida porque se va perdiendo la sensación de sed, entonces puede ser que se deshidraten fácilmente. “Ellos tienen tratamientos con diuréticos, sudan más y por eso es que se les recomienda que, cada vez que toman un medicamento, beban un vaso con agua para llegar a la cantidad que se necesita”.
A muchas personas, el agua sola no les gusta. Es por eso que los especialistas en nutrición también dan recomendaciones como plan B para que la hidratación no sea “aburrida” y quienes no les simpatice beber agua puedan hacerlo de una manera más amena.
Pereiro sugiere la opción de aguas saborizadas. ¿Cómo hacerlas? En jarras de agua con trocitos de frutas, como, por ejemplo, limón, menta, o naranjitas, dejarlos un buen rato para que tome sabor. También recomienda jugos sin azúcar, gelatina light o consumir frutas que tienen un 90% en su composición de agua. “Las infusiones también hidratan, siempre sin azúcar, pero hay que tener cuidado, porque, por ejemplo, el mate también es diurético, hidrata, sí, pero que no sea la única fuente de hidratación”, advierte.
Cosultados los especialistas sobre los mitos alrededor del agua, entre todos enumeraron los principales a tener en cuenta. Los expertos alertaron que, si bien muchas de estas máximas son escuchadas con frecuencia en la cultura popular, son falsas:
- Tomar mucha cantidad de agua es buenísimo.
- Tomar agua adelgaza, mientras que si es con gas engorda.
- No tomar agua durante las comidas porque frena la digestión.
- Beber mucha agua engorda. La sensación de saciedad que pone fin a la voluntad de comer un tiempo después de la ingesta, recomendando para esto que se coma despacio para que lleve esta información al cerebro.
- Tomar agua con limón en ayunas quema grasa.
- Beber mucha agua retiene líquidos. Muchas personas propensas a retener líquidos beben poca agua porque creen que así su cuerpo estará menos hinchado, pero se equivocan. Ante la falta de agua, nuestro cuerpo pone en marcha un mecanismo de defensa para intentar retenerla
- Hay que beber, aunque no se tenga sed. Es un mecanismo esencial de regulación del contenido de agua y uno de los primeros síntomas cuando tenemos sed es pensar en el inicio de un proceso de deshidratación, de manera que es necesario cumplir con la ingesta de agua por día, según la edad, el sexo, actividad y etapa de la vida.